lunes, 13 de marzo de 2017

LA LEYENDA DE MARGOR Y EL MONSTRUO MARTIGULO

En el Reino Speero, durante la Edad Media,  cada año se celebraba una competición conocido como El Ragnarok. Consistía en que cada pueblo o ciudad elegía su campeón mediante sus propias pruebas. Si un pueblo se negaba a participar se quemaba. El pueblo ganador sería la Capital del reino y su campeón el rey. 


En un pequeño pueblo llamado Bistos no quería participar nadie. Un joven, llamado Margor, se presentó para salvar su pueblo. Tenía unos 16 años su pelo era negro, sus ojos azules y era muy alto. Con su espada de hierro fino había practicado mucho para el día del torneo del Reino.
En la primera prueba era pasar un profundo bosque con muchos peligros; los que la pasaran se enfrentarían a la siguiente prueba. Antes de empezar conoció a dos compañeros: Estela, una joven muy luchadora y que manejaba el arco genial, tenía 14 años, después, otro joven llamado Jorge  que empuñaba una lanza muy puntiaguda y un escudo, él tenía 18 años, e hicieron una alianza y se hicieron muy amigos. En esa prueba les pidieron a todos que devolvieran sus armas.
La prueba empezó. Salieron todos corriendo, algunos empujaban y tiraban a los demás. Margor y sus amigos eran honestos y lo que hacían era esquivar los empujones. Entonces empezaron los peligros, algunos competidores se hundieron en arenas movedizas, a otros  les atraparon unos árboles vivientes y a otros les atacaron unos pájaros gigantes. Jorge se tropezó con  una rama y Margor le ayudo a levantarse. Casi a terminar a nuestros protagonistas les atacaron unos pájaros. Todos se  agacharon y entonces cuando pasaron de largo aprovecharon para llegar a la meta. Ahora tenían que prepararse para la siguiente prueba, entraron 200, ya solo quedaban 50 personas.
La siguiente prueba era traer tres cabezas de Glubis (una raza de monstruos pequeños muy peligrosa) por persona. Los monstruos se encontraban en una cueva. En esta prueba podemos utilizar nuestras armas. Nos adentramos todos en la cueva, cada uno iba por su lado, menos Margor y sus compañeros. En esa oscuridad profunda parecían que les observaban. Cuando parecía que no les iban a encontrar oyeron un ruido, entonces desde los arbustos salieron 9 Glubis. ¡Les habían tendido una emboscada! Se guardaron las espaldas en posición de guardia. Margor les dijo “Acabemos con ellos y cojamos sus cabezas.” Algunos Glubis saltaban hacia ellos, estos se defendían como podían. Cuando casi acabaron con todos, uno de ellos se escapó por unos  arbustos, otro le intentó seguir, pero Estela le lanzó una flecha a su cabeza pequeña. “¡Jolines se nos escapó uno!” Exclamó Jorge. Se escuchó unas fuertes pisadas. Apareció el Glubi Rey. Les sacaba a cada uno 3 metros. Con su maza gigante repleta de pinchos y su armadura de oro macizo le hacían un duro oponente. Margor comentó “esta cabeza también valdrá, verdad”. El Glubi intentó aplastarles con su maza. Jorge aprovecho que los pinchos se aferraron al suelo para rajarle  el brazo con su lanza y el Glubi le golpeó con su otra mano, Jorge lo bloqueó con su escudo, pero el golpe le tiró al suelo. El Glubi empezó a sangrar en la herida. La sangre era de color morada. Estela empezó a arrojar flechas a la espalda y el monstruo se dirijo hacia Estela para embestirla. Margor la empujó para apartarla. Margor empezó a escalar por su espalda y le clavó la espada en la cabeza. El monstruo se cayó y Margor saltó de la cabeza y aterrizó en el suelo.
Metieron las cabezas en un saco y salieron de la cueva. Al marchar se encontraron a una gran multitud  animándoles, ¡habían acabado con el Rey Glubi! Ahora la raza de los Glubis no les molestara más.
La última prueba era acabar con el monstruo Martigulo. Ya solo quedaban 10 participantes. La bestia se localizaba en  el alto de una montaña llamada “La Montaña De La Muerte Segura”. En ella se hallaba un montón de peligros. Por suerte la montaña se podía subir en unas escaleras.
Todos empezamos a subir, esta vez todos juntos. Hacía un calor abrasador. De repente alguien piso un escalón trampa y la escalera se derrumbó.
 Margor se encontró en una cueva con sus dos compañeros. Avanzaron hacia el frente hasta que vieron una luz. Ya casi estaban fuera, pero antes de salir unas arañas gigantes les atacaron, eran 3, intentaban aplastarlos con sus grandes patas. Margor le cortó una pata a una araña  que intentaba atravesarle el corazón. La araña lanzó un chillido. Entonces Estela le disparó  dos flechas en sus dos grandes ojos y cayó derrotada. La otra araña trepaba por arriba intentando atraparles arrojando sus telarañas hacia ellos. Jorge le lanzo su lanza y le cruzó el corazón. La última estaba enfadada y lanzaba veneno. Margor y Jorge avanzaban hacia la araña mientras Estela proyectaba sus flechas. Una alcanzó su pecho y la araña se desprotegió y Margor y Jorge clavaron sus armas en sus ojos y cayó.
Al final de la montaña encontraron un dragón  con unas escamas de oro y una larga cola, parecía muy ágil, ya que se movía en curvas. Se escondieron detrás de una roca para planear el plan. Margo miró para observarle mejor y exclamó: ¡Ahí esta! Y el dragón se giró y avanzó para inspeccionar. Estela le dijo a Margor: ¿Qué te pasa? Y Margo le respondió que su punto débil era que en la cola tenía una diana. El dragón se aproximaba, los jóvenes se prepararon para luchar. Cuando se iba a asomar el dragón para mirar en la roca  Margor le atacó con la espada y rompió una escama pero no le hizo daño. Corrieron  para esconderse y Margor le pidió a Estela que disparara a la diana mientras Jorge y Margor le distraían. Llamaron su atención y el dragón les lanzó una bola de fuego  y Jorge se puso delante para defender el golpe. Mientras Estela intentaba apuntar  a esa lombriz veloz. Margor intentaba hacer que se detuviera y entonces le dijo a Jorge que dispara su lanza al agujero para que se parara. Esperó para que se acercara, en el momento se agacho y  cuando el hueco pasó delante suyo le clavó con fuerza la lanza y se paró chillando en el cielo, entonces Estela disparó a la diana. El dragón  fue derribado y rodando montaña abajo. Al ganar los tres jóvenes hicieron un triunvirato y sus tres pueblos se juntaron y formaron la capital.

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